lunes, 26 de abril de 2010
Claramente no vive más allí
Estoy preocupado. Alguien tiene que darte esta terrible noticia. He hablado con muchos de tus allegados durante los últimos días, pero nadie se anima a encararte. Todos temen tus ataques de cólera y ya nadie esta dispuesto a ser víctima de ellos. Sobre todo desde que obligaste a ese tallerista a reparar el carter de tu auto... con el auto en movimiento, a 73km/h. Es cierto que no tenía cambio de 100, pero creo que la reacción fue desemedida, en especial cuando te reías de él, al grito burlón de "gajes del oficio, gajes del oficio!" .
De cualquier forma, espero puedas entender lo que estoy por decir... Sin más vueltas, aquí va:
Antoine Lavoisier no vive más en la calle 26 de agosto esquina Ocozuapan. Se mudó. Yo sé que le enviabas cartas, y no solo eso, sino que motivabas a tus pacientes para que también lo hicieran en tu nombre, hablandole bien de vos. Pero anoche bajé del colectivo algunas cuadras antes con ganas de caminar un poco, y cuando pasé por la puerta del edificio me encontré con el encargado, quien me dijo que se mudó hace poco más de 3 años: aparentemente los filtros anti-spam no funcionan con el correo tradicional, y ya estaba cansado de jugar a ser Susano, potenciado por la alergia que le causaba la gomina en el pelo.
No me quiso decir la nueva dirección, y de verás que trate. Solo me dijo que se mudó con el cartero. Parece que pegaron buena onda... tienen dos hijos juntos, un nene y una nena, de 7 y 3 años; me mostró fotos, son adorables.
En fin, espero tener novedades un poco más optimistas en mi propio envío.
Hasta entonces, mon amie.
C.
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domingo, 25 de abril de 2010
Hoy por ti, mañana por mi
miércoles, 21 de abril de 2010
Dejame empezar por decirte lo siguiente.
Ahora bien, sigo maravillandome con tu habilidad para persuadir a la gente: eso de tener un consultorio en el probador de una casa de zapatos me parece admirable; en especial cuando se trata de convencer a los pacientes de que se sientan cómodos en el diván, cuando es evidente que pasan los 35 minutos de la sesión entre calambres. Hay algo que sería de necios negar: el lazo íntimo que se genera con el terapeuta, es decir, con vos. Más sorprendente aún es la coartada: "Los dolores de cadera se deben al pie plano, se soluciona con una plantilla...". ¡upselling! ¡brillante! El paciente pasa por caja y paga la sesión y la plantilla ¿Podrías pasarme algunos tips o consejos como para ponerlo en práctica en mi negocio personal?
Respecto de ensalchicharte, bien sabes que hace años que no me dedico a esa industria, pero conozco un buen Frankfurter que puede ayudarte. Es más, probablemente sea el último de ellos que esté en condiciones de hacerlo, como es de público conocimiento, se trata de una especie en extinción a causa de la artrítis congénita.
Avisame si necesitas que te pase el número de telefono de este tipo.
Tuyo,
C.
PD: Gracias por la receta del budín, pero aún me debes U$5.000 de tu deuda de juego.
Primer envío
Estimado Chiche:
Me intriga tu interés en los animales mitológicos. Desde niño he sido un fiel seguidor. He tenido algunos disgustos entre mis amistades, al hacer referencia al Minotauro como “el superhéroe de todos los tiempos”; perdía considerablemente la credibilidad cuando se me pedía que dé razones sobre por qué le cuesta bajar con cierta gracia por el batitubo. Nada que una sencilla cirugía no pueda solucionar.
Le he estado dando vueltas a la cuestión por semanas, y no puedo dar con una explicación. Quizá puedas ayudarme. Despierto con el mismo sueño constantemente: un Frankfurter vestido de Sir inglés consulta por una psicoterapia conmigo y trae – esto es verdaderamente increíble – un sueño: que yo me presento en sus sueños y le impero: “¡Ensalchíchame!”. ¡Que me ensalchiche!, ¡Qué horror! Sin embargo, gracias a mis habilidades innatas, puedo sobrellevar el estupor y enseguida le retruco con la siguiente pregunta: “¿y tu crees que puedes ingerir medio vaso de vinagre de jerez y deletrear el nombre de tu suegra sin producirte una hemorragia intestinal?”.
Profundamente desconcertado,
Mopty.
P.D: Acabo de recordar estar en deuda contigo. Te detallo los ingredientes del budín:
- 3 huevos
- 1 taza de azúcar
- 2 tazas de harina leudante
- 1 taza de crema de leche.
- ralladura de limón
- un chorrito de esencia de vainilla
domingo, 18 de abril de 2010
De Saltizones y Congones
Quise, tal cual tus ordenes, que el título de este intercambio fuera "El Gran Congón"(*), en clara alusión al animal mitológico con cabeza de león y cuerpo de león, pero de otro león distinto.
Aunque pensandolo bien, su longitud me pareció inadecuada (la del título, la del congón no la sé: pues nunca me he topado con uno).
Eso por un lado; por el otro me encontré con que elgrancongon.blogspot.com está tomada por alguien que, aparentemente, le daría un uso mucho más fructífero que el nuestro; si no fuera porque no escribe desde Enero de 2006. Eso tornó mi opinión en algo mucho más definitivo.
Siguiendo con la búsqueda y la línea mitológica, me encontré con la figura del Saltizón Volante en la Página 257 del Manual de Fábulas Fantásticas y Animales Míticos. Se trata de un lagarto que posee 400 ojos: 200 para ver de lejos y 200 para leer. Entonces me tomé la libertad de utiliz... ¿Para qué te voy a explicar? Si ya te diste cuenta.
Así dejo este, mi primer envio en tu monitor, esperando sepas entender y con la seguridad de tener total incerteza respecto de que pueda surgir de este experimento.
Tuyo,
C.
(*)