miércoles, 21 de abril de 2010

M,

Dejame empezar por decirte lo siguiente.

Ahora bien, sigo maravillandome con tu habilidad para persuadir a la gente: eso de tener un consultorio en el probador de una casa de zapatos me parece admirable; en especial cuando se trata de convencer a los pacientes de que se sientan cómodos en el diván, cuando es evidente que pasan los 35 minutos de la sesión entre calambres. Hay algo que sería de necios negar: el lazo íntimo que se genera con el terapeuta, es decir, con vos. Más sorprendente aún es la coartada: "Los dolores de cadera se deben al pie plano, se soluciona con una plantilla...". ¡upselling! ¡brillante! El paciente pasa por caja y paga la sesión y la plantilla ¿Podrías pasarme algunos tips o consejos como para ponerlo en práctica en mi negocio personal?

Respecto de ensalchicharte, bien sabes que hace años que no me dedico a esa industria, pero conozco un buen Frankfurter que puede ayudarte. Es más, probablemente sea el último de ellos que esté en condiciones de hacerlo, como es de público conocimiento, se trata de una especie en extinción a causa de la artrítis congénita.

Avisame si necesitas que te pase el número de telefono de este tipo.

Tuyo,
C.

PD: Gracias por la receta del budín, pero aún me debes U$5.000 de tu deuda de juego.

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